sábado, 1 de septiembre de 2018

Kardinale

erster
Cubro, mediante un forzoso afán, una minoría tendenciosa que mi estado más consciente manifiesta. No puedo decir que renace o reaparece porque jamás deja de existir.
zweiter
En el silencio realizo un conteo de elementos, cuerpos, formas que no quiero dejar ir, que se deberían quedar. Pero así como de inoportuna es la vida y oprobioso es el impulso a ella, son las casualidades las que se atreven a atropellarlo a uno.
dritter
Así se le da origen a ese ser despreciable que establece patrones y desconoce, en su teoría, el concepto del azar, aquello que sólo es aleatoriedad con trampa.

Quiero romper en pequeñas secuencias, mas no en llanto, las sigilosas virtudes que rodean a seres superiores. En los altares del placer se ubican, álgidos de paciencia, ignominiosos decidores de destinos ajenos. Un índice de oro que me señala constantemente, refleja su impunidad a través de miles y pequeñas réplicas hechas con retazos de espejos y vitrales. Que no fueron, ni serán diamantes, por más que se empeñen en señalar y encandilarme.

Grita, porque el pueblo es tu garganta y las adversidades gimen lujuriosas, como aproximándose eufóricas. 
Golpea, porque lo que no debería ser se impone como norma. 
Discute la obviedad de mis palabras sin desviarte de mis intenciones.



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3/3

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