miércoles, 17 de agosto de 2022

Un final

Cambia la pantalla su brillo, su extensión y sus colores; se apaga en la inercia el instinto motriz. Somos eso que se proyecta en sombra, sonido y luz. Soy eso que mira y ve pasar, mutando siempre y permaneciendo a la vez, intacta. 
El acidioso ocaso ya existe en otra parte, esa grisácea costumbre de recaer en lo conocido y aferrarse a un esporádico e inestable querer. En la incómoda cordialidad y el insuficiente abrazo supimos despedirnos, yo sabiendo que era ya lo último, la resaca de un amor poquito, minúsculo y fantasmal. Respeto es lo que queda por un yo pasado que ha dejado mucho de sí, o mejor dicho, no se había animado a construir su individualidad hasta dicha despedida.
No te invoco, te despido. 
Salú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

3/3

Jaicus, tres. - - - Sin tu abrigo, improviso caminos, el frío persiste. - - - En las ojeras, se acumulan siglos, Oh, gesto fatal...