Cuando veas que en la ventana hay una flor sin humedad, no es momento de huir.
Amanece el desastre, se caen las hojas, el diluvio se estanca. El sol que niega tu recuerdo te da la espalda, no se sintetiza en tu sangre y tu sangre, marchita, dice basta.
Bebo el humo y lo expulso, cuando se disipa se va la calma.
Quiero el presente lejos, quiero caverna oscura sin reflejo, quiero sombras y eternidad, quiero que miremos para siempre la flor caer y la ventana en penumbra.
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